Manifiesto Movimiento Furiosos Ciclistas

Quiénes somos

1. Nacemos el 10 de diciembre de 1851. Aquel día, unos segundos antes de expirar, con los ojos en blanco y una perfecta pronunciación del español, el Barón Karl von Drais (Q.E.P.D.) dijo: "Viva el Movimiento de Furiosos Ciclistas!". Enseguida, paró las chalas.

2. Inspirados en las últimas palabras del Barón, así como en una abundante tradición oral, un grupo de habitantes del gallardo Chile decidió en 1995 revivir el MFC, cuya primera y única máxima es existir disuelto. Por ende, la militancia activa y consecuente sólo se logra pedaleando.

3. Creemos en una utopía bicicletuda, que es aquel contexto imaginario-posible en que, de preferencia, las personas y la sociedad planetaria ocupan intensiva y cotidianamente la bicicleta, así como otros mecanismos propulsados por nuestro ser material. ¿Cuán a menudo? Al menos lo suficiente para detener la extensión ilimitada de lo que se ha dado en llamar Imperio Motorizado Sin Freno (IMOSFRE). Por lo tanto, somos bicicletudos, que luchamos para hacer de la bicicleta un medio de transporte respetado y promovido en la ciudad y fuera de ella.

4. Jamás ponemos al propio MFC por sobre nuestro objetivo principal MFC es sólo un medio para reunir y canalizar las ideas y el trabajo de los bicicletudos. No somos un grupo dedicado al
ciclismo deportivo o recreativo, sin embargo estamos abiertos a apoyar y participar con otras agrupaciones dispuestas a alcanzar la utopía bicicletuda.

5. No conocemos jerarquías, por lo tanto, nos organizamos en forma horizontal, en grupos de trabajo independientes que apuntan a una tarea o área específica (reparaciones, boletín, web, legal, etc.), y nos reunimos en asamblea a la hora de acordar temas en común, coordinar actividades, destinar recursos, y colaborar mutuamente con acción e ideas.

Por qué la bicicleta.

Como medio de transporte, la bicicleta es insuperable en varios aspectos:

1. Transporte Eficiente y Económico: Es el medio de transporte más eficiente en términos de energía consumida por kilómetro recorrido. Además, es el más rápido en la ciudad. La bicicleta ayuda a reducir la congestión vehicular en horas punta, la cual tiene un alto costo para la comunidad. Un mayor uso de la bici ayuda a distribuir de mejor forma el dinero gastado en nuevos caminos y estacionamientos para automóviles.

2. Medio Ambiente: No contamina el aire ni hace ruido. Incrementar la cantidad de ciclistas combate el calentamiento global y ayuda a reducir la emisión de gases tóxicos. Ayuda a reducir la dependencia del país en combustibles fósiles no renovables y en constante alza de precios.

3. Equidad y Accesibilidad: Es económica de adquirir y mantener. Da gran libertad de movimiento. Mejora el acceso para aquellas comunidades que no tienen una forma alternativa de transporte disponible.

4. Convivencia Urbana: Facilita el contacto humano. Promover el ciclismo reduce la intrusión del IMOSFRE en áreas residenciales y las hace más amenas y gratas para sus habitantes.

5. Salud: Quienes regularmente pedalean ven cómo mejora su salud y la de su comunidad, reduciendo la contaminación del aire, y los gastos en salud pública. El estrés automovilístico resulta ajeno al ciclista, pues éste pedalea a su propio ritmo. Además, es un gran estimulante para el metabolismo; el ejercicio pasa a ser parte integral de la vida cotidiana, sustituyendo o complementando la dieta o el gimnasio.

Qué queremos

1. Ser reconocidos legal y culturalmente como usuarios legítimos de las vías.

2. Crear un entorno bicicletudo seguro, dentro y fuera de las vías.

3. Educar e informar a todos los usuarios de las vías sobre una actitud responsable

4. Promover una comunidad más saludable.

5. Tener instalaciones adecuadas a partir de un estándar vial apropiado.

6. Dirigir el gasto público eficientemente, hacia el ciclismo, no al IMOSFRE.

7. Incrementar la proporción de viajes desde y hacia el trabajo y estudio.

8. Reducir la tasa de accidentes, eliminando las fuentes de peligro, y/o pacificando el tráfico.

Cómo lograrlo

Promover y potenciar el uso de la bicicleta como un medio de transporte urbano legítimo (además de eficiente, compatible con el medio ambiente y la salud de las personas) requiere de nuestra acción desde varios frentes.

Estos son:

1.Planificación:

Este debiera ser el punto de partida para cualquier tarea que queramos emprender. Se requiere de una constante retroalimentación, monitoreando la realidad local y global, por medio de: estudios del
gobierno (sistema vial, accidentes, etc.), Internet, sondeos de opinión, elaboración de encuestas, u otros.

• Evaluación del actual sistema de transporte y las condiciones existentes para andar en bicicleta.
• Determinar las necesidades e intereses de la comunidad (ya sea ciclista o no).
• Establecer metas a futuro, apropiadas y realistas. Reevaluar las
prioridades.

2.Diseño e Ingeniería

Exigir mejoras al sistema, compatibles con la bicicleta, de acuerdo a entornos específicos (urbano en general, residencial, rural, etc.). Esto contempla medidas tales como: construcción de ciclovías, rejillas de alcantarillado seguras para ciclistas, senderos para bicis, pacificación del tránsito en sectores residenciales, etc.)

3.Fomento:

Esto significa masificar e incentivar el uso más frecuente de la bicicleta entre quienes tienen reservas referentes a su seguridad personal o a la de su vehículo bicicletudo. O al menos lograr que se tenga una actitud positiva con respecto al ciclismo. En todo caso, aun cuando se alcanzase la utopía bicicletuda completamente (!), nuestra tarea no terminaría allí, ya que siempre será necesario defender los derechos de los ciclistas, y mantener altos los índices de población bicicletuda. Esto es posible atacando tres áreas:

• Romper con las barreras comunes que inhiben su uso:
habilitar estacionamientos, instalar racks de bicicletas en los buses, organizar reparaciones gratuitas, e inclusive regalar bicicletas, si es posible, a personas de escasos recursos, etc.

• Hacer ver el lado divertido de usar la bici: cicletadas mensuales por la ciudad, muestras de bicicletas raras o extravagantes, ÒciclocarretesÓ recorriendo los barrios del carrete más concurridos, organizar paseos fuera de la ciudad, etc.

• Difusión: Aprovechar los medios de comunicación masivos, panfletos, trípticos, boletín, encontrar espacio en eventos culturales, de difusión pública, publicar mapas de rutas, ciclovías, llevar a cabo acciones directas no violentas que llamen la atención, etc.

4.Educación:

Esta debiera estar orientada principalmente a tres grupos:

■ Ciclistas: Incrementar las habilidades para pedalear en forma segura, eficiente y responsable. Información básica sobre mantención de la bici, reglas del tránsito, vestimenta, derechos legales y otros.

Una buena forma de lograrlo sería implementando cursos de Ciclismo Eficiente.

■ Motoristas: Sugerir y eventualmente exigir la distribución de mensajes educativos relativos al
ciclismo en los cursos obligatorios para obtener licencia de conducir, así como en los programas de
capacitación para los choferes de la locomoción colectiva.

■ Comunidad en general: Campañas de concientización dirigidas a la comunidad



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