Micletafeliz realiza su tarea a pesar de la falta de apoyo. Hoy postulan a un concurso internacional.
Basta que Francisco Hernández (33) tenga un rato libre para que se dedique a una labor altruista. Hace dos años que este joven oriundo de Macul se reunió con un grupo de compañeros de trabajo y crearon el colectivo Recicletafeliz, que luego pasó a llamarse Micletafeliz, con el que recuperan bicicletas en desuso para regalárselas a niños y adolescentes que no pueden adquirir una.
“Nos motiva darle alegría a los pequeños que lo necesitan y para eso funcionamos a través de donaciones de bicicletas que sean reparables. Las recibimos y si la persona accede, le tomamos una foto que publicamos en Facebook para hacer un agradecimiento público. La idea es hacer un proceso transparente”, dice.
En un comienzo las donaciones estaban destinadas a niños que le enviaban cartas al correo en Navidad, pero después se organizaron con municipalidades y hogares de menores para canalizar de mejor forma la ayuda.
Como no tienen un espacio físico donde funcionar, reúnen las bicicletas en sus propios domicilios. Ahí cambian cámaras, neumáticos y frenos, además de hacerle un chequeo completo a la estructura. “Estas son los arreglos esenciales para que sea un vehículo apto”, agrega.
Han tratado de abarcar varias instituciones. Por ejemplo, hace dos años fueron a un centro de rehabilitación.
“Nos contactaron porque querían premiar a una niña de quince años que había logrado rehabilitarse de las drogas. Fuimos de sorpresa y cuando le pasamos la bicicleta se puso a llorar y nos contó que nunca en su vida había recibido un regalo de Navidad. Fue emocionante”, recuerda.
BUSCANDO LUCAS
“Según nuestras estadísticas, curiosamente los que más nos contribuyen son personas de clase media baja. Del bario alto ocurre con menos frecuencia y cuando lo hacen se muestran más desconfiados. Preguntan mucho en qué etapa va la bici, que es válido, pero entorpece un poco el trabajo. También
son las mujeres las que más se interesan por este tema”, detalla Hernández.
Cuenta que se demoran menos de una semana en cada reparación y gastan entre 15 y 20 mil pesos en cada una de ellas. En el 2015 entregaron cerca de 70 bicis, el año pasado bajaron a 25 y este año no van más de diez, ¿qué ha pasado entonces?
Aparte de que faltan más colaboradores, les ha costado encontrar donaciones y financiamiento. Han hecho rifas, zumbatones y otras actividades, pero el dinero escasea y se va como agua entre los dedos. Además, al parecer, la gente ha perdido el interés por ayudar. “Faltan entusiasmo, repuestos, bicicletas y ya se acerca Navidad. Así no podremos regalar más de diez bicicletas”, precisa.
Hace unos meses Hernández iba en su auto cuando escuchó una publicidad en la radio que hablaba de un concurso internacional del canal Universal Channel, que busca premiar a personas con proyectos que persiguieran un cambio positivo en la sociedad. Apenas llegó a su casa llenó las bases y junto a otras dos iniciativas chilenas, entró al certamen.
“Postulé más que nada para hacer más visible nuestra labor. Para que nos conocieran y se motivaran a ayudarnos. También sé que hay una recompensa en plata, que alcanza los 5 mil dólares que obviamente nos pueden servir para transformarnos en una corporación, aunque ya tenemos personalidad jurídica”, explica.
Para votar hay que ingresar a http://concurso.universalchannel.com/galeria.php, donde hay un pequeño video que muestra la labor de esta agrupación.
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